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Mostrando las entradas de julio, 2008

Tunel (Arrebato fotográfico)

Imagen
"... en todo caso, había un solo tunel, oscuro y solitario: el mío". (Ernesto Sabato, "El Tunel", 1948) Línea A de subte. Sabato hablaba del ahora, éste, mi momento, hace 60 años. Recién pude entenderlo luego de tomar la foto que aparece más arriba. Sí. El único tunel es el mío... El único.

Escasez (Para escuchar... -Audio de la lectura en FM La Tribu-)

Tengo un amigo muy particular que, muy seguido, se ocupa de convencerme de que buena parte de lo que escribo vale la pena. Identificable como Hernán Brignardello, este amigo pro Eleisegui conduce -junto a un grupo de homo sapiens- el programa "Acá no Es" por FM La Tribu (88.7). Como será de optimista el tipo que hace muy poco me dijo: "quiero leer un texto tuyo en la radio". Estás mal, le contesté... Y enseguida agregué: "¿Cuál?" Respuesta: "Escasez". No sólo me pidió el texto, sino que hasta se animó a leerlo. Pueden escucharlo acá: boomp3.com Para los que prefieren la cosa escrita, Escasez está disponible aquí Un valiente Hernán. Para más datos sobre "Acá no Es" basta sintonizar la radio en la frecuencia que pasé antes todos los lunes de 20 a 21 horas. También lo pueden escuchar a través de Internet vía www.fmlatribu.com

Lava

Un texto de los viejos... Lengua. Almeja inquieta que saluda al calor nocturno, centímetro tímido alargándose, sofocado de sed, que encuentra un sendero escarpado, frondoso, y se pierde entre las malezas oscuras mientras, a lo lejos, un manantial late, tentáculo rosado que baja a través de una cañada sin descuidar la paciencia, el sabor, la estela que se asemeja a un hilo de nylon, una telaraña, al tiempo que marca lo que ya le pertenece, elude un tallo, luego otro, y finalmente alcanza el cráter vedado, la arcilla lastimada, para después probar las gotas que bañan a cada ladera de la grieta, salado, dos veces salado, despacio, vislumbrar un borde salmón, casi transparente, que rápidamente cambia a un ligero morado, y luego permitir que la papila escale en búsqueda del candelabro de fuego, frote la roca invisible en la que habrá de clavar su apetito, para después retomar el desfiladero conocido, y nuevamente señalar con agua caliente los límites de la lava. Duda. Ondulación nervio